sábado, 8 de diciembre de 2012

Ya iba siendo hora...



Se ha hecho de rogar el plantigrado pero al final acabó posando. La verdad es que llevan unos años merodeando las colmenas y cerezos de Valdesamario, Alto Boeza y Omaña durante la primavera avanzada y el verano pero a estas alturas del año lo normal es que estén buscando bellota, castañas y hayucos en sus zonas de engorde otoñal así que algo tendrá que ver la abundante cosecha de bellotas que ha habido en los robledales de la zona. Aun así no es habitual que a estas alturas del año sigan estos bichos por tierras omañesas por lo que puede que algo esté cambiando...








Inevitablemente se me vienen a la cabeza dos cuestiones: la primera es que si cada vez va a ser mas frecuente su presencia, e inesperada, fuera del área tradicional de distribución, "alguien" debería plantearse el tomar medidas para evitar muertes por disparo, vista la facilidad para apretar el gatillo del personal sin saber que es lo que se mueve entre el ramaje (vease el animal herido en zonas de presencia habitual como La Montaña Palentina o personas ajenas a la caza que desgraciadamente mueren en las cacerias de jabali como este otoño). Y la segunda, esos delincuentes disfrazados de ganaderos que se prodigan por la zona y que año tras año siembran con total impunidad de cebos envenenados el monte omañés, siempre dirigidos a la loba preñada o parida pero que se cruzan en el camino del aguila real, del buitre negro, del alimoche con sus pollos en el nido o de ese osete adolescente que pasaba por allí en su afán explorador. Espero no tener dotes de pitonisa...