Llevaban ya un tiempo rondándome estos dos nombres la cabeza, ya sea por ser el inicio de Los Pirineos de cierta entidad en cuanto a la altura de sus montes o por ser ser los valles que alojaron a los últimos osos autóctonos pirenaicos o por las selvas que tapizan sus laderas, el caso es que sacamos unos días la segunda quincena de este seco y solado septiembre para escaparnos a conocerlos en persona.
Ansó, que limita con el valle navarro de Roncal, es el valle situado mas al oeste del Parque Natural de los Valles Occidentales, seguido del de Hecho, Aragües del Puerto, Aísa y Borau hacia el este, hasta el valle de Canfrac, ocupando unas 30.000 ha.
A parte de su patrimonio natural, que es lo que a mi me movió hasta allí, estos valles cuentan con un patrimonio histórico, cultural y artístico que es complicado obviar: cuna del Reino de Aragón, reducto de la lengua aragonesa, arte románico, calzadas romanas, monasterios, arquitectura popular con carácter...bueno que el sitio tiene chicha. Si le sumamos que los pueblos mantienen cierta vida a lo largo del año con actividades respetuosas con el medio natural como la ganadería de montaña, la explotación de los recursos forestales, la observación de fauna salvaje, el montañismo, el esquí de fondo y de travesía hacen de estos valles un lugar muy recomendable y ejemplo para otras zonas de montaña del norte peninsular.
Arquitectura tradicional en Hecho
La observación de fauna no dio demasiados frutos pero en cuatro días y sin saber muy bien donde vas tampoco puedes esperar gran cosa. La zona la merodean los dos osos pardos que quedan en el sector occidental pirenaico, uno de origen esloveno y el otro hijo de Camelle y de un macho esloveno.
Los urogallos ya llevan unos años sin apeonar las forestas de estos valles pirenaicos sobreviviendo únicamente en el vecino valle de Roncal y con una situación mas favorable en la vertiente francesa (Pirineos Atlanticos).
La perdiz nival
(Lagopus mutus) mantiene ejemplares en las cumbres del Anie, de La Mesa, del Petrechema, del Bisaurín...sin que tuviéramos la suerte de ver ninguna en cambio un bando de perdices pardillas
(Perdix perdix hispanensis) nos deleito con un vuelo cerca del Ibon de Acherito. Esperemos que corran mejor suerte que las leonesas...
Los
quebrantas también se nos resistieron y el treparriscos hizo alguna aparición fugaz...
Treparriscos en la Garganta de La Boca del Infierno
Trayecto del GR-11, del Camino de Santiago y de la calzada romana que unía Francia con Zaragoza que transcurre a través de La Selva de Oza entre hayas, abetos, arces, boj, enebros, encinas, pinos, fresnos...
Paredes de Peña Forca y Punta Agüerri
Ibon de Acherito
Vista del Bisaurín desde el Refugio de Gabardito
Cabeceras del Valle de Ansó
Paisaje karstico bajo el Mallo de Acherito y Peña Ezcaurri al fondo
El Midi d´Ossau en primer plano y al fondo los Pirineos Centrales al fondo desde la cumbre del Petrechema
